domingo, 13 de noviembre de 2011

Duatlon infernal

He tenido mucho tiempo para pensar en la crónica durante la carrera, así que no falta detalle:

A las 8:20 saco la bici del coche, la compruebo y me dirijo a la plaza de viladecavalls a por el dorsal y a tomarme un ligero desayuno: un café y un plátano. Como dispongo de mucho tiempo, me doy una vuelta por el pueblo (no hay nada que ver). 30 minutos antes del inicio de la carrera me pongo a calentar y a centrarme mentalmente en la carrera.

“Esta es tuya, hay categoría sub-24, puedes ganar”

Suena el pito inicial, salgo como un rayo y me coloco en primera posición, mantengo un ritmo alto y me alejo del resto de concursantes. No lo acabo de entender muy bien, son 6 kilómetros y hay corredores preparadísimos, esta competición cuenta para el campeonato de clubs de Catalunya. Era cuestión de tiempo entender el porqué de ese pausado ritmo. Al kilómetro tres comienza lo que muchos pensarían que es escalada, trialeras con pequeños tramos de tres metros con inclinaciones entre el 60% y el 70%, troncos y grandes piedras que saltar, en esos tres kilómetros pierdo unas 20 posiciones.

Llego a la transición de bici bastante cansado y con las piernas agarrotadas, como de costumbre me tomo la transición con calma y a rodar.

Kilómetro 1,5 de BTT, se me parte el cambio de marchas en una trialera, en subida (si se parte el cambio de marchas no se puede pedalear). Comienza el infierno.
Llego hasta el primer punto de control y reviso la bici con unos ciclistas que no pertenecían a la carrera. No puedo hacer nada para arreglar la bici, lo mejor será que me retire.

“! Qué rabia ¡ me levanto a primera hora de la mañana, hago 40 minutos de coche para ver esta mierda de pueblo”

Me armo de valor y decido continuar los siguientes 20 kilómetros corriendo con la bici al lado, los asistentes del punto de control me recuerdan que no estoy del todo bien de la cabeza.

“No estàs del tot bé del cap tu, son tot pujadas ara”
“Bueno, pues quedaré último”

Lo importante no es participar, esto es un cuento que les venden a los chavales que no ganan nunca. Lo importante, es acabar. Si no acabas, no has participado. (Cada uno se adapta el cuento a como le venga mejor a él).

Kilómetro 7. Con perdón, pero me cago en todo el bosque de viladecavalls, no excluyo ni un solo árbol ni una sola piedra. Mis piernas están muy agarrotadas, los 5,5 kilómetros han sido caminos que resbalaría una cabra y no cabría una vaca. No paran de adelantarme ciclistas que encima me gritan por obstruirles el paso. Pero ya es el colmo cuando me doy cuenta que me he dejado la camel back en los boxes, es decir, estoy deshidratado y no tengo agua.

Kilómetro 10. Empiezo a ver gente que abandona, lo general eran pinchazos y rampas en los gemelos. Pero había algún gracioso que ponía la típica excusa.

“Buah titu, es que al meu amic no al veig”
“¿Qué pasa tiu?, estic lesionat”
“Hey nanu, quina púa, me he caigut”

Quiero destacar un comentario:

“Que pasa tete, ayer la fume demasiado”
“Madre mía…”

Se abren las puertas del cielo y salen dos ángeles tocando la trompeta, a un ciclista se le ha caído el bidón de líquido, lo cojo y me lo bebo entero en menos de 10 segundos, gran error, posteriormente devuelvo el agua para el monte, pero con algún complemento más.

Kilómetro 12. Los asistentes de la carrera deben ser ingenieros de telecomunicaciones como poco, lo digo porque ante la pregunta “¿Cuanto queda?”, recibí las siguientes contestaciones:

Asistente 1: No ho sé
Asistente 2: 4 kilómetros
Asistente 3 (a 3 metros del otro): No, son 10.
Asistente 4 (a 500 metros del 1): Depende de a que ritmo vayas (Este es de la NASA)
Asistente 5 ( a 3 metros del 4): vaaaa que ya estás (Este es un mentiroso)

Ya no pregunto más.

Kilómetro 18. Llegan los mareos, los vómitos, cayos y heridas en los pies, deshidratación, músculos completamente agarrotados, muy mala leche… Se que queda poco para llegar a la última parte, he de aguantar como pueda. Es importante decir que voy último, o eso creía, ya que me adelantan dos mujeres de unos 50 años con mucha calma.

Kilómetro 20. llego a boxes, en penúltima posición. Mientras estoy apoyado en la bici y me hidrato mientras desabrocho el casco, cosa que hace enfadar a una asistente (ya que según las reglas no se puede tener el casco desabrochado mientras estas tocando la bici).

Señora porfavor, voy último, que más le da”
Rectifiqui els errors y no em raoni” (o algo así me dijo)
“A si, es que me puedo caer mientras bebo”
“¿pero tu que et creus?, ¿pots fer el que te he dit ? ¿on está el teu dorsal ? “ (se me rompió por el camino)
“Debe estar en su…” Me pongo a correr e ignoro sus gritos. No me pudo descalificar porque no tenía dorsal, pero me hubiese hecho un favor.

Acabo los 4 kilómetros corriendo, recojo mi bici y me voy a casa.

Posición: 186 de 200 duathletas
Posición 1 tramo: 20
Posición segudno tramo: 210 (No lo entiendo, corrían 200)
Posición tercer tramo: 100
Tiempo: 02:35:42

1 Dato entretenido: La posición los 3 primeros kilómetros es 1, los tres antepenúltimos 210. De 200 concursantes.