jueves, 28 de junio de 2012

Descubrir al triatleta

¿Cómo saber si una persona que acabas de conocer es triatleta? Por la conversación que tiene, la  mirada, los gestos, las acciones… Pongo unos cuantos trucos para descubrirlos:
En temas de expresiones:
-          Cuando hay que seguir a unas chicas: “a rueda con ellas”.
-          Para ir a la entrada de algún sitio: “Vamos a las olas”
-          Para ir a tomar algo a un bar: “Vamos al avituallamiento”
-          Cuando se va a trabajar/luchar fuerte: “Voy a ir a piñón fijo”
-          Cuando algo no funciona bien: “Están subiendo rampas”
-          Cuando hay tráfico o muchedumbre: “Hemos llegado a la boya”
-          Cuando algo se pone complicado: “Se me está haciendo duro este puerto”
-          Cuando falta poco para finalizar algo: “Sprint final”
-          Cuando algo se va al garete: “Pinchazo”
-          Situación difícil pero posible de arreglar: “Vamos a cambiar la cámara lo más rápido posible”
-          Cuando alguien se hace cargo de algo: “Tú lideras el pelotón”
-          Cuando te enamoras: “ He subido de pulsaciones”
-          Cuando cambias algo: “He llegado a la transición”
-          Cuando las cosas van bien: “Estoy en forma”
-          Al típico aprovechado: “Está todo el día chupando ruedas”
Curiosidades
-          Si lo ofreces un vaso de agua e instintivamente se lo tira por la cabeza.
-          Cuando mezclan el wiskie/Vodka… con agua isotónica
-          Días de resaca no tienen una botella de agua en la cómoda de su cama, sino la Kamel Back.
-          Si suena el teléfono se cronometran haber cuanto tardan en cogerlo
-          Se miden las pulsaciones en sus actos sexuales
-          Al conducir se suelen arrimar mucho al conductor de delante para aprovechar el rebufo.
-          Al adelantar no utilizan intermitentes, sacan la cabeza por la venta y gritan “¡Cuidado derecha!”
-          De repente te los encuentras con una scoopy por una trialera
-          La cerradura de su casa se abre con una llave allen específica
Manera de vestir:
-          Suelen llevar una visera
-          Gafas de sol donde el cristal parece un arcoíris
-          Chancletas en verano, bambas en invierno
-          Camisetas de propaganda y con reflectantes
-          Pantalones tejanos en invierno, cortos de deporte en verano (casi nunca chándal largo).
-          Relojes que miden medio palmo
-          chaquetas impermeables, transpirables y con fluorescentes.

lunes, 25 de junio de 2012

Triatlón Cadaqués

Disparo inicial, salen las mujeres, al minuto nos toca a nosotros. Una distribución un poco curiosa, suele ser al revés.  Antes de llegar a la mitad de la carrera, pasamos por encima del grupo femenino (Exceptuando siempre la típica crack).
El agua no me pone muchos problemas, pero al ser 750 metros, los hago de manera explosiva y no los disfruto demasiado. Salgo entre las treinta primeras posiciones.
La transición bastante rápida, no pierdo nada de tiempo. Sobre las ruedas empiezo a adelantar a ciclistas en la primera cuesta. Estoy haciendo un buen papel con mi máquina. Algunos trozos de subida me veo obligado a bajarme de la bici al ser un recorrido demasiado técnico (Empezaré a entrenar mucho en estos recorridos).
El fuerte calor y la falta de agua (pésima dosificación, me pasa algo parecido a la película “127 horas”) me deshidratan completamente, aunque de piernas y pulsaciones voy controlado bajo mucho el ritmo. Por suerte, en un punto de control me ofrecen agua (cuando no se podía) y me hidrato algo. En ese momento me pasa EC, increíble, estamos hablando de las 17 primeras posiciones.
Nunca me ha salido bien la bici de montaña, siempre me pasa algo. A pesar del buen estado mecánico de mi bici, los neumáticos especiales y la rueda fina, el monte vuelve a fastidiarme, no entiendo porque me odia tanto, será porque de pequeño me divertía rompiendo árboles y arbustos con algún objeto contundente.
Bajo la parte  más técnico de la carrera bastante bien, pero… da casi hasta vergüenza decirlo… Me pierdo, y no me pierdo por un camino ajeno a la carrera, sino por el mismo camino. ¿¿Cómo?? Sí sí, así de absurdo,  a un quilómetro de meta me desvío y vuelvo a iniciar el recorrido de montaña.
En mi defensa he de decir que seguía a un ciclista. A los 5 quilómetros se para delante de mí el otro despistado y me dice: “¿No hemos pasado ya por aquí?”. Miro a mi alrededor, bajo la cabeza y me planteo coger la bici y mandarla a tomar por c…o (perdón).  Al cabo de nada llegan unos 5 ciclistas más que se habían perdido, damos media vuelta y vamos a retomar el camino correcto.
Mientras volvía, se me separa la rueda de la bici (tiene tela que me pase eso), se me atasca el cambio de marchas con unas ramas…  Llego a la segunda transición con ganas de petar todas las bicis (típico impulso), es broma, nunca haría algo así, pero tenía ganas.
Hago los cinco quilómetros a pie a un buen ritmo pero muy desanimado, sin muchas ganas de hacerlo bien.  Llego entre los 90 primeros (y entre los 60 últimos).
Felicitar a Eugenio Canals y Fernando Conde que quedan entre en grandes posiciones (15 y 23 respectivamente). Cómo miman a sus bicis.
Dani Juncadella, un pez bajo el agua y una bestia sobre las ruedas… Va en 5ª posición, pero peta la rueda dos veces, es de los míos.
No olvidarme de Nacho Bañares que logra hacer la parte de ciclismo con una especie de metal pesado. Grande.
Por último felicitar a la organización “Moove Sport”, que siendo su primer triatlón consigue mezclar  deporte y ambiente a la perfección.
Salud y Kilómetros.

viernes, 15 de junio de 2012

Señales al cielo

La entrada de hoy, e suna entrada para replantearse las cosas. Voy a procurar de exponer los casos dentro del mundo del deporte más emotivos y desgraciadamente, dramáticos: 
-Lance Armstrong, una auténtica bestia deportiva: con muy poca edad empieza acumulando grandes méritos en la natación, no contento con su infancia se proclama campeón nacional de triatlones de corta distancia, posteriormente crea una vida (venciendo al cáncer) sobre las ruedas con 7 tours de Francia seguidos y aún hoy en día sigue dejándonos con la boca entreabierta siendo campeón mundial de triatlones de larga distancia (medio-IronMan).  A este paso cuando cumpla  60 años acabará jugando la final del mundial de fútbol…
Un ejemplo de lucha como los que no hay, si alguien le echa un vistazo a su carrera deportiva se le ponen los pelos de punta.
En el Tour de Francia de 1995, su compañero Fabio Casartelli falleció en una terrible e indeseada caída en una de las etapas. Armstrong no se olvidó de él en la meta. Dejo el video, ¡INCREIBLE!:


-RCD Español: Jarque, ex-capitán periquito, querido por su juego y por su persona fallece a los 26 años por una asistolia.
Ni la afición, ni el RCDEspañol, ni ningún otro equipo se olvidaron ni olvidarán nunca del eterno Dani Jarque:

Muchas veces han marcado jugadores del Español y han celebrado el gol con Dani Jarque, que siempre estará en el campo.
-Xavi Tondo:
Gran ciclista del equipo de Movistar fallece por un accidente en granada.
El objetivo de la última etapa, es ganar por su compañero. Basilio Quillirenca, logró ganar esa etapa. Su compañero, desde el cielo vio como el equipo le dedicaba la victoria.
Adjunto gran video, a partir del minuto 9:


-Iñaqui Ochoa:
Esta entrada, la empecé a escribir hace un tiempo, y la he retomado al recordar el caso más bonito de toda la historia deportiva:
Lo que adjunto a continuación es algo increíble, algo heroico. Una historia que deja florecer los valores más importantes de esta vida.
No es necesario escribir sobre este, con ver el video es suficiente:
“En esta sociedad no estamos preparados para la muerte, no estamos preparados, la muerte es lo que rompe radicalmente nuestro confort, nuestra seguridad, es la vida, la vida sin la muerte, no tiene sentido.”
“Realmente los padres que queremos es que nuestros hijos sean felices, no que sean abogados,  y el riesgo está en el Himalaya, por supuesto, pero también está en vivir.”
“La vida hay que vivirla, si tienes un sueño persíguelo.”
“El mayor riesgo es no ser feliz, y no tirar para donde no quieres tirar y no ser feliz.”

Ver continuacioens

De verdad, me ha dejado atónito esta historia. Como dejan claro que ante todo, incluso ante la vida, viene la valentía, el valor, la lealtad, la amistad y los principios de uno mismo.
Salud y Kilómetros.

lunes, 11 de junio de 2012

10 km de Santander

“Corre para disfrutar” me decía a mi mismo para evadir los nervios. Faltaban 30 minutos para la salida, 10 km a pie por las calles de Santander. Podría haber optado por la carrera de 5 km, pero al final me decanté por la larga.  Los corredores de las dos distancias salían a la vez y por el mismo recorrido, sólo que unos daban la vuelta antes.
A mi derecha Abel Anton (ex-campeón europeo de 10km) y a mi izquierda Dani Sordo (Corredor de rally). Tiene gracia compartir metros con tan grandes deportistas.
En la línea de salida decidí que iba a arriesgarme en la carrera, es decir, iba a apretar fuerte al principio asumiendo el riesgo de desfondarme. Veremos que tal me funciona.
Disparo de salida, me auto convenzo de que soy bueno y me coloco en primera posición. Nunca había aguantado tanto rato primero en una carrera de cierto nombre, estaba  justo detrás de las motos que aguantan las cámaras de televisión (no os imaginéis a TVE ni ningún canal con cierta importancia), es una sensación interesante correr y observar unas cámaras que te están gravando a ti. Al no estar preparado a correr con “tanto protagonismo” hacía el canelo: Sonreía a la cámara, hacía gestos de lucha...  La gente debería pensar que soy tonto.
Cojo un buen ritmo y lo mantengo. Escucho detrás que varios corredores me pisan los talones.
“Probablemente estén compitiendo en 5 km, no te preocupes”, no es así. Curiosamente las 6 primeras posiciones corrían la distancia larga.
“Qué lástima, llego a correr la corta y la ganaba seguro” Estoy corriendo la de diez, por tanto me he de olvidar completamente de la corta.
A los 3 km un grupo de tres corredores se me escapa y me quedo sólo con la cuarta posición. No puedo quedarme allí, es la peor de todas. Justo en la frontera del pódium, sin embargo, de vez en cuando alguna moto se detiene un rato para gravarme, sigo haciendo el canelo.
A la vuelta de los 5 km veo a los corredores que están en posiciones anteriores a la mía (todos menos 3). Algunos me animan, y yo a ellos. Siempre que he visto a las primeras posiciones cuando daban la vuelta al recorrido les veía como si fueran sobrehumanos. Ahora me tocaba a mí coger ese papel (lógicamente hablamos de una carrera no-profesional).
Aumento el ritmo para atrapar a los tres mosqueteros, pero cada vez que levanto la cabeza los veo más  y más lejos, hasta que los pierdo de vista.
No los puedo pillar, sólo me queda luchar por mantener mi posición, y no es fácil, tengo detrás dos corredores que me siguen de cerca y por mucho que suba el ritmo no me los saco de encima.
Kilómetro 7,5. Estoy hecho trizas, las piernas ya nos son capaces de subir ritmo, y eso es malo, como llegue a los 500 últimos metros así, los de atrás esprintarán y me adelantarán. Pero si bajo el ritmo para reservar algo de fuerzas me adelantarán antes. Difícil decisión.
Sigo con un ritmo fuerte y dejo la última jugada para la última recta. Ya sacaré algo.
Kilómetro 9,5. Sigo cuarto, pero escucho las zancadas del quinto y el sexto que entre ellos se fuerzan para ganarme distancia.
Bajo la bandera española más grande que he visto en mi vida ondeando a pocos metros de la furia del mar me alimento de rabia, última dosis, consigo acelerar mis piernas esos últimos 500 metros. Madre mía, que duros. Han sido más fácil los 9500 metros que estos últimos 500.
Llego a meta en cuarta posición. Me abrazo con el quinto y el sexto y les felicito por su carrera. (No se le ve muy de acuerdo).
Me hidrato, como algo de fruta y me vuelvo hacia casa a despegar de la cama a los cuatro pánfilos.
No logro salir de Santander con copa en mano y con mi nombre en los periódicos regionales, pero estoy muy contento de mi resultado. He luchado duro, y he llegado a meta en una buena posición.
Posición: 4º de 700 atletas
Salud y km.
Adjunto el video de la salida, no se me puede apreciar:

miércoles, 6 de junio de 2012

Huir en vez de luchar

Qué fácil  es engañarse a uno mismo, hasta el más listo lo consigue. Incluso a veces, nos esforzamos para conseguirlo sabiendo que no es la opción óptima. Situaciones dónde se escuchan frases como:
“Ya he estudiado toda la mañana y me ha cundido, si mañana le dedico… Esta tarde puedo salir”
“Este examen me compensa dejarlo para setiembre, por tanto, ¡ya he acabado!”
“Tío, da igual, si tampoco me gustaba”
Y la clásica de las clásicas, la más escuchada:
“Creo que al final farrearé, si mañana estudio… valeeee, hoy se lía”
  Los pasos son sencillos:
1.       Plantearse la opción alternativa (normalmente más entretenida).
2.       Cambiar el planning completamente para compensar esas horas perdidas ( que nunca se consigue)
3.       Tranquilizarte de conciencia (2 copas es un buen remedio)
4.       Efectuar la acción
Posteriormente, pensándolo en frío, te das cuenta que esa opción es la causante de que el agua te llegue hasta las orejas.
Levantarse a primera hora de la mañana, tener que prescindir de él apalanque post comida, obligarse a no ver un partido de segunda división (son los mejores, porque aparte de ver fútbol, da una sensación de mayor apalanque y sin sufrirlo)… Y el más duro: Dejar de lado la cerveza fría con una buena discusión Barça – Madrid, Messi – CR7 o la de veces que los periquitos han robado ligas al FCB. Es difícil, muy pero que muy difícil renunciar a estas cosas.
Las dos últimas semanas no he hecho absolutamente nada (exceptuando algo de fútbol). Ahora que me propongo volver a las andadas, me doy cuenta que las escusas que me autoimponía eran penosas.
“No voy a coger la bici a mi hermano…” Si es que en realidad me da igual.
 “Es bueno salir de fiesta hoy para liberar tensiones” Salir un rato seguro que sí, pero llegar a las 6 de la matina a casa… eso es otra cosa.
“Hoy también”
“Hoy plan tranquilo… va una más… una rato de discoteca….”
Es como dejar de fumar, escusas, aplazamientos, renuncias…
Pero hay un truco, y lo dice un ex-fumador, el truco es evadir la cabeza de pensamientos absurdos.
Llevo un año sin fumar, y si me pongo a pensar por dos segundos que era una calada de tabaco, es decir, si visualizo el proceso: comprar el tabaco, abrir el paquete, sacar el primer cigarro, darle golpes contra la mesa, encenderlo, inhalar el humo, observar el papel quemando, desprenderse del humo, intentar hacer círculos, tirar la ceniza… ¡Me dan tantas ganas de fumar como el primer día que lo dejé!, sin embargo, se me hace muy fácil el no fumar aunque me tiren el humo a la cara, porque he aprendido a evadir el pensamiento, a ni si quiera plantearme la alternativa o la opción.
Allí está el truco, hoy lo he intentado: He llegado a casa, he cogido la bici y sin pensar en absolutamente nada he salido. No tiene más.
No hay que darle opción al autoengaño, ni si quiera hay que dejarle que te muestre sus alternativas. ¡Son malas!
Voy a poner un último ejemplo que todo el mundo se sentirá identificado:
Clásico copeo: hay risas, copas, anécdotas… se está bien. Es muy difícil salir de allí, la única manera es levantarse, despedirse y cruzar la puerta sin pensar en nada. Una vez as cruzada la puerta, ya está todo hecho.
-          Tío quédate un poco más que ahora…
-          Vete a tomar por…- Y punto, te piras.
A lo de siempre: Cuando tu cuerpo lleva 4km a nado, 180 km a ruedas y 30 km corriendo… o aprendes a evadir los pensamientos… o no sigues ni dos metros más. Lo mismo pasa con distancias veinte veces más cortas, con el gimnasio, con el básquet, futbol… Con todo.
Así que en vez de plantarle dos cojones (para los hombres) o algo de valor (para las chicas), simplemente, ni lo pienses.
Salud y Kilómetros.

viernes, 1 de junio de 2012

Las oposiciones de Hawai

Correr el IronMan de Hawai, no es correr un IronMan cualquiera. No tengo ni idea de que se trata, y ojalá algún día lo sepa.
Inscribirse en un IronMan es muy fácil, cuatro clics a tiempo y un recorte a la VISA, no tiene más. Pero el de Hawai, por muchos clicks que se hagan y mucho dinero que gastes… Está difícil.
El 85% de las plazas están reservadas para los americanos, ya sean gordos, viejos… Da igual. Pero el otro 15% se lo ha de repartir el resto del mundo. Creo que hay una pequeña parte por sorteo, pero es mínima.
¿Cómo entrar dentro de ese 15%? Pues clasificándote, haciendo los mejores tiempos. Has de estar por debajo de las diez horas más o menos. ¡Eso es buen tiempo!, HE DE RECORTAR TRES HORAS.
Adjunto comentarios de grandes triatletas:
“Hay triatletas que llevan años y años entrenando y siguen sin oler Hawài”
“Ir a al campeonato Mundial de Hawái es como pasar de jugar en un partido cualquiera de la liga a jugar la final del Mundial”
“He sido Finisher de muchos IronMans, pero sólo he derramado lágrimas en Kona (Hawái)”
“Las mejores horas que he gastado en mi vida, han sido, observando a triatletas llegar al final del IronMan”
Me deja atónito esta frase,  no lo dice el corredor, sino una triatleta que observaba la llegada. El público se vuelca en los corredores como la afición por un equipo.
“La meta es cómo una película, pero hecha realidad”
¿Pica el gusanillo de saber qué es esto de IronMan Hawài? Empiezo a utilizar la enciclopedia YouTube.


Increíble mirar las caras de los corredores.
Cuando un IronMan llega, el público entero grita: “¡¡ You are an IronMan!!”.
Son horas y horas luchando por un objetivo, derramando sudor, castigando a los músculos, a tu cabeza… Es una guerra sicológica y física bestial. Y de repente, llegas al final, se ha acabado todo el dolor… Y tu recompensa son esas miles de voces apoyándote, animándote, valorando tu trabajo.
Los pensamientos durante la carrera son en más de un 80% referentes a la llegada, a que es lo que sentirás, quien habrá, que harás… Y después de estar persiguiendo con la cabeza y con el cuerpo durante horas… Lo consigues.

Y un último grito en meta deja escapar a la bestia que apuñalaba a la autoestima continuamente. Bestia que te susurra metro a metro: “Déjalo, no lo conseguirás”. De repente entre gritos de ánimos y suspiros… Desaparece. Te sientes libre, y descubres que puedes con lo que quieras. El “I can’t” se a desprendido de los últimos dos caracteres… I CAN:
Hawai… Juro escribir algún día por experiencia propia que es.
Salud y kilómetros.