jueves, 21 de septiembre de 2017

MIDNIGHT TRAIL BARCELONA 2017

Me encuentro a 10 segundos de empezar la midnight trail de Barcelona. Una carrera de trail nocturna que tiene la característica de ser muy polivalente: O llanos pisteros y corribles o subidas que concentran muchisimo desnivel en poca distancia.

Estas carreras son muy agónicas física y mentalmente. Es fácil medirse en un 10.000 plano o en un sube y baja ya que controlas tu ritmo sabiendo como responderá tu cuerpo, pero en una carrera donde te puedes topar con una pista de 4 km seguidos o 300 metros de escaleras... Es difícil saber si los ritmos que llevas son los adecuados.

A nivel estratégico no te puedes fiar de nada. Misma comparación: Si te alejas en un puerto de montaña sabes que estás más fuerte y eso te tranquiliza, si te alejas en una carrera tan polivalente no sabes si el corredor que tienes detrás es un escalador espectacular o se está ahorrando energía para bapulearte en el desnivel.


No planteo ninguna estrategia antes de salir: No me encuentro bien físicamente y estoy bastante cansado mentalmente. Lo dejo 100% a la imporvisación de carrera.

La metereología puede ser adversa o favorable según cómo decidas tomártelo. Hay una cosa clara, todos estamos dentro del mismo barco: Hace frío, lluvia, la niebla es espesa y el viento frena mucho en carrera. Pues mejor, cuanto más dura sea y menos te asustes más favorables son para tí las circunstancias. Así que salgo indeciso pero con la idea clara de ir a por todas.

El primer quilómetro es para romper la carrera ya que es una pista ancha que desenboca en una estrecha trialera. Llegamos un grupo de unos 6 corredores al tramo técnico. Me lo conozco muy bien pero no quiero apretar las tuercas asumiendo el riesgo de torcedura de tobillo, hay tiempo y distancia para destacar, este no es el momento.

La trialera se me hace excesivamente lenta ya que se me cuela un claro corredor de carretera delante y me ralentiza claramente mi ritmo de bajada haciendo que dos corredores se me escapen. Aprovecho una cresta de rocas para adelantar a este corredor por en medio de la misma y no dejar tanta distancia. Arriesgado... sí, pero así me salio.

Hay que tener en cuenta que lo peor que pueda pasar cuando las condiciones climáticas son ventosas y lluviosas es que tengas que salir de un grupo para coger la cabeza en el primer kilómetro. Pues eso es lo que me ocurre.

Por suerte en el últmo tramo de bajada he podido recortar algo y la distancia no supera los 15 metros. Hay que tener cuidado en estas situaciones ya que si decides coger el siguiente grupo demasiado rápido puedes incurrir en un elevado desgaste muscular que se hubiese evitado con algo más progresivo. De todos modos, tampoco puedes estar demasiado tiempo en medio ya que el viento te frena y no te aprovechas.

Toca una bajada pistera larga, por suerte no tardo mucho en cogerlos y sobrepasarlos. Se ponen detrás de mí y estabilizo mi ritmo adaptándome al suyo. Poco a poco escucho los pasos más alejados. En las bajadas pisteras el impacto es mucho más elevado de lo normal: Vás a ritmos altos y el salto de la zancada es más largo. Eso hace que el estómago me avise con los clásicos pinchazos en el costado.

Llego al plano de "la carretera de las aguas" primero y a muy pocos metros del segundo. Al quilómetro me doy cuenta que soy más contundente en la pista de tierra así que decido aprovecharme y voy al límite, me pongo a unos 3:35min/km. Hay que tener en cuenta que luego empieza todo el desnivel.

Subo el tramo de escaleras y la subida de tierra con muchos problemas, noto claramente que me recortan distancia, aunque no la sufieciente. Cuando llego arriba empieza una bajada que se convierte en un tramo de pura orientación: La niebla es muy espesa y he de bajar muy lento para ver las balizas y los elementos naturales que me pueda entorpecer.

A 2 km de la llegada al tibidavo noto como el gemelo izquierdo se empieza a tensar. Al borde de la rampa. Si eso ocurre la carrera no es que esté perdida sino es que tendré serios problemas en llegar a meta. Los futboleros ya sabéis como funciona esto de las rampas: Se empieza a notar el gemelo cargado y cuando menos te lo esperas ¡PUM! A retorcerse de dolor.

Empiezo a pisar de lado y procurando que el pie izquierdo pise plano todo el rato. Con la cabeza intento controlar las tensiones o pensar en otras cosas.

"No me puede pasar esto ahora, sería demasiado injusto"

Aguanta el músculo y llego a la zona de meta entre aplausos y ánimos, me doy la vuelta y me tranquiliza saber que afrontaré sólo la subida al templo del tibidavo, así que me lo tomo con calma para evitar la rampa. Llego a meta en primera posición.

Cuando cruzo el arco me desplomo al suelo con la cinta entre mis manos y una sonrrisa de lado a lado. Me levanto al poco rato y me dirijo directo a abrazar a Patricia que me está esperando en el propio pasillo de llegada.

¡Como siempre corro con la equipación de Kalenji de pies a cabeza! Y para variar no me defrauda en absoluto.

En las carreras de montaña el planteamiento que hagas en carrera es muy importante, pero más importante es aún, no dejarte imponer por absolutamente nada.


Salud y km