martes, 18 de agosto de 2015

Milla sant antonio de Calonge

Un año más que me dispongo a correr la tan esperada carrera. Es una carrera que me trae bastantes grandes recuerdos  ya que siempre que la he corrido he podido disfrutar de un Podium, pero nunca he subido a lo más alto del absoluto.

Este año voy a intentar luchar la primera posición, pero soy consciente de que es una carrera donde el talento se deja ver y hay atletas de alto nivel. 

Por primera vez me atrevo con la milla y los 5 km nocturnos, con tan sólo 30 minutos de descanso entre una carrera y otra. Todo esto vestido de pies a cabeza con Kalenji.

Suena el disparo inicial y me coloco en la cola del primer grupo, han salido a un ritmo por debajo de 3min/km y eso para mi es insostenible a lo largo de la carrera, así que dejo que se envalentonen en la primera recta. Conozco esta distancia y puede engañar mucho al corredor ya que parece ser muy corta, cuando en realidad se puede hacer muy larga. Hay tiempo.

A los 300 metros el grupo relaja el ritmo y aprovecho para ponerme en la cabeza. Vamos un corredor y yo marcando el ritmo codo a codo pero nos pisan los talones 5 corredores más. Ya me han advertido que es un corredor de alto nivel, pero no me deja imponer, me siento muy bien al ritmo que voy y podré aguantar sus ataques.

Me lanza el primero a los 500 metros, lo sigo justo detrás y se descuelgan dos corredores, ya estamos tres en el pódium. Cogemos un ritmo que noto que me castiga las piernas pero lo aguanto bien.

Empezamos la última vuelta, la más bonita de todas ya que el público se vuelca en el evento de una manera especial. Seguimos codo a codo y el tercer corredor se queda un poco atrás. Nadie sabe que es lo que pasará, pero queda en clara evidencia que será una carrera disputada hasta los últimos metros.





A sólo 250 metros de la meta seguimos codo a codo pero tomo la iniciativa y presiono al atleta con un nivel más. Estoy tranquilo porque se que podré esprintar los últimos 100 metros, y por ahora, no he perdido nunca en un sprint final, podríamos decir que es mi gran ventaja.

A los 100 metros corro a mi 100% y logro dejar atrás al segundo corredor, cruzo la meta en primera posición. Voy rápidamente a descansar que en breves he de correr 5 km.


Segunda salida, me pongo nuevamente en la cola del grupo líder. Un corredor se descuelga sólo y se coloca a varios metros del grupo. Sé quien es, es el campeón mundial de duatlón (atletismo y ciclismo unidos).

Al poco rato un corredor y yo nos desmarcamos del grupo y nos juntamos con la liebre de carrera.

Así estamos hasta los 4 km. El ambiente es espectacular, en cada metro de la pista hay muchos aficionados, tanto en la calle como en todos los balcones de la carrera. Increíble la sensación de sentirte tan animado por la gente.

El último quilómetro cada uno coge su ritmo y dos corredores nos conseguimos desmarcar unos metros del tercero. Parece que vuelvo a jugarme todo en un sprint final. Parece.

De manera muy estratégica el segundo corredor tomó la iniciativa antes de los últimos 200 metros (luego me confesó que no quería vérselas conmigo en un último sprint, ya había visto la anterior carrera) me saca una distancia que no soy capaz de recortar, así que cruzo la meta en segundo lugar.


Muy contento de mis resultados, puedo disfrutar de dos trofeos más que brillarán en la vitrina de una manera especial. 

Agradecimientos a mis patrocinadores Kalenji, KT Tape y mi fisioterapeuta Jordi Ulldemolins


Salud y km.