jueves, 20 de diciembre de 2012

Lo que nunca hay que olvidar

Las buenas acciones, los actos de compañerismo y deportividad son muy poco visibles, se les presta poca atención, desgraciadamente no relucen como deberían. En cambio, la mala acción salta a la vista, nadie la pasa por alto. El chaval que grita en clase es escuchado por toda la clase, pero el que está en silencio haciendo sus deberes no le tiene en cuenta nadie. Extender la mano siempre es más difícil que dejarla donde está.

En el mundo del deporte todos recordareis la tira de casos de una falta de deportividad penosa, sobretodo los futboleros. Pero el buen comportamiento, se pasa por alto, se da por supuesto que se ha de seguir, no ha de ser premiado, y estoy de acuerdo, pero hay ocasiones que sobrepasan la línea del simple buen comportamiento.

En la entrada de hoy hablaré sobre los casos más relucientes, deportivos y heroicos que ha habido en el mundo del deporte. Y sin dudarlo, los más valientes.

 Iván Fernández Anaya, atleta vitoriano de 24 años, se negó ha ganar un cross (carrera a pie), por que consideró no merecerlo.

Abel Mutai lideraba la carrera con una cierta distancia respecto al corredor español. A una docena de metros de la línea de llegada el keniata se paró pensando que había finalizado su carrera.

Iván Fernández le cogió rápidamente… Haré una pausa, ganar una carrera de este calibre supone un buen fajo de billetes y una crucial subida de la reputación de un atleta. ¿Qué hubierais hecho en su lugar? Esta pregunta se la han hecho a varios corredores y todos coinciden en que hubieran adelantado a su rival. Que no lo veo mal, al fin y al cabo todo cuenta.

Iván decidió renunciar a su escalada como atleta y apoyándole la mano sobre la espalda le acompaño hasta la línea de meta.

“Tu primero, yo no lo merezco”

“Aunque me hubieran dicho que ganando tenía plaza en la selección española para el Europeo, tampoco lo habría hecho. Otra cosa, claro, sería si en juego hubieran estado una medalla en el Mundial o en el Europeo. Entonces, creo que sí, que me habría aprovechado para ganar… Pero también creo que ha dado más nombre haber hecho lo que hice que si hubiera ganado. Y eso es muy importante, porque hoy en día, tal como están las cosas en todos los ambientes, en el fútbol, en la sociedad, en la política, donde parece que todo vale, un gesto de honradez viene muy bien”.

Olé, olé y olé Iván, esta es la clase de personas que se necesitan para salir de esta. En estos tiempos, estos preciosos gestos de honradez son vitales, aún hay gente que cree en esta filosofía, este tío hace un partido político y mi voto ya lo tiene.



Otro caso es el de Miroslav Klose, jugador del Nápoles.

Klose, anotó un gol con la mano sin quererlo. El árbitro no se percató de las manos y dio como válido el gol. Daba el primer tanto al equipo.
Fue el propio goleador que pidió que anulara el gol, ya que no era justo.

Klose dio una lección al mundo del fútbol que deberían gravarse a fuego los jugadores. Los propios rivales agradecieron con expresiones atónitas al jugador del Nápoles.

Eugenio Monti, nueve veces campeón mundial de bobsleigh, iba a ganar el décimo campeonato ya que sus rivales más directos no podían correr la última manga debido a una avería de una pieza básica del bobsleigh.
Lo único que tenía que hacer Monti era esperar, el premio ya era suyo, pero optó por el camino difícil. Desmontó su aparato y les prestó la pieza que les faltaba a los hermanos británicos.

Ese año, Monti no pudo disfrutar de otro título, pero sí de ser otro gran ejemplo para el mundo del deporte.

Gracias a dios siguen habiendo atletas, futbolistas, esquiadores… que nos enseñan que nunca hay que olvidar valores como la honradez. Esta filosofía que a veces parece que vaya a morir, es avivada por estos grandes ejemplares. Y eso… Eso es algo que el deporte no puede perder.

Salud y km

viernes, 26 de octubre de 2012

Del debate al IronMan

Tras la procedencia de determinados deportes existe una anécdota, casual o premeditada que resulta ser bastante interesante, a veces graciosa.

El triatlón, está claro que no es un deporte muy logrado a nivel innovador, el esfuerzo en crear las partes ya se hizo, simplemente faltaba unirlo.
Al ser un deporte tan fácil de inventar, surgen varios orígenes. Voy a exponer el más entretenido:

El triatlón lo crearon los gitanos: iban corriendo a la piscina y volvían en bicicleta. Es broma, lógico. Al tema.

La procedencia del triatlón en sí es muy ambigua y difícil de localizar, aunque la historia que más circula por las redes sociales, es la historia del debate entre marines.

Se discutió entre soldados de la marina de los Estados Unidos (concretamente en la isla de Hawai), quién era mejor atleta, el corredor o el nadador. Estas discusiones se agrandaron debido a la publicación de un artículo referente a la captación de oxígeno de los deportistas, donde demostraba que el nivel más alto de captación lo tenía un ciclista belga, Hedí Merckx.

John Collins, como buen comandante de la marina, exigió frenar este tipo de discusiones basadas en hechos teóricos (tanto empíricos como relativos) y dar paso a una comprobación práctica. La solución salomónica, o más bien, “salomocabrona”: El primer IronMan.

Preparó una carrera que combinara las tres existentes carreras de larga distancia en la isla: la Waikiki Roughwater Swim(3.862 km/2.4 mi), el Around Oahu Bike Race- (115 millas; 180 km) y el maratón de Honolulu(26.219 mi./42,195 km). Eventos que se dividían en dos días por separado.

He de decir, como opinión personal, que el Marine Collins, era (o es) un cabrón en primera regla. John, podría haber preparado un triatlón olímpico (que ya existía) para salir de dudas, pero no, tenía que coger las tres competiciones más fuertes de Hawai.
Supongo que nadie volvió a discutir algo delante de un comandante de la marina.

Pero el comandante, no contento con esto, decidió escribir la siguiente nota como bienvenida al evento:

¡Natación 2,4 millas! ¡Ciclismo 112 millas! ¡Carrera a pie 26,2 millas! Alardeen por el resto de su vida! Commander Collins (1978)

Yo no se si se quería descojonar de los nadadores, ciclistas y corredores o simplemente era un cabrón.
También mencionó que aquel que finalice la competición, será llamado “IronMan”.

Y surgió el primer IronMan, Gordon Haller, que terminó la prueba en 11 horas, 46 minutos y 58 s. Un tiempo que sería muy normalito en un IronMan actual.

De los 15 marines que compitieron acabaron 12, los otros tres se fueron a pegar a Collins (es broma, probablemente se desfondaron).

Después de esto, no se sabe como acabo el debate. Sólo Dios sabe que hubiese pasado si alguien hubiese puesto en duda cual de los tres es el deporte más físico.

Dando vueltas por la web he encontrado una competición que es bastante divertida. El IronKid, ¡un IronMan para chavales de 7 añitos! Atención a las distancias:

200 metros a nado (8 piscinas normales) 5 km bike y 1 km a pie. ¡Es una locura para un niño de 7 años!. Increíble.

Salud y Km

lunes, 8 de octubre de 2012

Garmin 2012, cumpleaños de Calma, Cabeza y Coraje.

Mi primer triatlón Garmin 2011, recuerdo como me sorprendía al escuchar “10 minutos para la salida de la élite”.
Los veía como calentaban en el mar con la boca abierta y la baba colgando. Los envidiaba.

Triatlón Garmin 2012, se escucha exactamente lo mismo “10 minutos para la salida de la élite”.
Caliento en el mar con la boca cerrada y los dientes apretados. Ahora pertenezco a este imponente grupo.

Dan la orden de salida. Salgo en la línea trasera, no soy buen nadador y no quiero que me pasen por encima.
El oleaje no es como el del año pasado (se tuvo que cortar la distancia 300 metros) pero es lo suficientemente fuerte como para que vayas tragando agua y lo suficientemente flojo para que no corten la distancia. 1500 metros con el peor oleaje posible.

Han pasado muchas olas desde el año pasado, esta vez, no sólo recibo golpes sino que también los doy. Ahora bien, hubo varios pies que estuvieron cerca de destrozarme el tabique nasal.
En el agua uno no se entera si adelanta o le adelantan, da brazadas y punto. De vez en cuando levantas la cabeza para no desviarte mucho de la trayectoria. Supongo que podría haberme exprimido un poco más, pero salir tocado del agua no es nada recomendable.
En general no lo paso muy mal, completo los 1500 y la transición en un tiempo que deja que desear, aunque mejor que el año pasado. Sobretodo la transición, rápida y ordenada.

Cojo la bici y salgo sólo a rodar, localizo una presa delante, he de atraparle y chuparle la rueda un poco, nos damos tres relevos y ya nos pasará un grupo potente del cual nos podamos colgar.

Tal y como lo esperado, al cabo de poco rato aparece un grupo que nos pasa flechados por el lado (40 km/h). Es increíble lo bien que viene esto, es como si te lanzaran una cuerda y te arrastraran.

“Aquí, formando pelotón con la élite”

No sólo estoy allí dentro, sino que me dispongo a dar relevos como nadie. Me coloco el primero de la fila varias veces para arrastrar al pelotón.

La realidad es que tendría que haber estado atrás aprovechándome de los fuertes, pero me apasionaba la idea de contribuir para mejorar el tiempo del pelotón completo.

Para que se entienda, el que va delante se desgasta mucho más que el resto, esto es así porque se traga el viento de cara. Los que van detrás pedalean en un semi-vacío que les permite ir a una cadencia bastante inferior. Quedarse atrás todo el rato se puede ver como estrategia o como un “chupa-ruedas”. Si el de delante se cansa, se aparta y baja el ritmo, si nadie le releva, el pelotón baja la velocidad vertiginosamente.
Pues allí estaba yo, junto con otros tres, para que esto no sucediera.
En la tercera vuelta nos atrapan las dos primeras chicas y uno de los pros dentro de la élite. Allí si que nos colgamos todos y nadie tiene huevos a dar ni medio relevo.
Hay que decir que yo lo di durante 12 segundos.

“Va tontito vete para atrás y deja de hacer el payaso” Esto es lo que debería pensar el resto de triatletas.

La cuarta vuelta estas tres máquinas se retiran del pedaleo para ir a la carrera a pie y volvemos otra vez al pelotón inicial.

Llegamos en un tiempo muy bueno. Muy contento con mi rodada, hago una transición de lujo y me pongo a correr. Aquí es donde puedo despuntar.

Las rodillas, en especial la derecha (la llamo la pierna quejita, siempre es la primera parte del cuerpo que se queja de todo) me recuerdan su “tendinitis del saltador”.
Desgraciadamente no puedo hacer una carrera como las que suelo hacer, pero sin embargo, adelanto mucho y nadie consigue ganarme la posición. Dejo al pelotón atrás.


Llego a meta sin pierna derecha, pero muy contento con mi actuación, en especial sobre las ruedas.

Tiempos totales:

Swim (1500m): 30:41     Pos: 138/3000
Transición 1: 2:37         
Bike (40 km): 1:03:14    Pos: 105/3000
Transición 2: 2:29
Run (10 km): 41:08        Pos: 68/3000


Total: 2:20:08                 Pos: 82/3000



Salud, km y FelIz cumpleaños Calma, cabeza y Coraje.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Contestación al Sr Sostres

Después de ver el artículo del columnista del diario del Mundo comentando la muerte, que en paz descanse, de una corredora que competía en una prueba de alta dureza, me ha hervido la sangre a temperaturas volcánicas.  

En primer lugar voy a exponer los comentarios que aparecen en tal artículo. Son realmente absurdos y sin ningún tipo de conocimiento de causa:

“Esta chica no ha muerto: se ha matado. La prueba deportiva en la que participaba tiene mucho más de muerte que de vida y es un desprecio minucioso y exhaustivo de los dones de la Creación”

“Detesto la hipocresía social de criminalizar los grandes placeres y de glorificar esperpénticos ejercicios de esta terrible vanidad que es el culto al cuerpo, tan despreciable intelectualmente, y tan estéril. Las normas de lo políticamente correcto las dictan siempre capados e impotentes, seres sumidos en una profunda infelicidad que pretenden que todos estemos tan tristes como ellos para que así les resulte más llevadera su miseria, y ninguna comparación les hiera.”

“Organizar salvajadas como las del Cavalls del Vent con la complicidad silenciosa de tanta gente, dice muy poco de nuestra Humanidad y de nuestra sensatez. Es espantoso y deprimente vivir entre bárbaros tan dispuestos a acabar con todo: empezando por la misma vida, poniéndola tan grotescamente en riesgo.”

Ahora con el título de IronMan gravado en mis piernas voy a contestar a este ignorante.

Apreciado sr. Sostre:

Culpar a un fallecido de su propia muerte por hacer una actividad que no va en perjuicio de absolutamente nadie ni nada, me parece de lo más cobarde, insensible, ignorante, rencoroso, deshonesto… Usted es una pieza de arte tallada a base de defectos.

¡¡¿¿Detesto la hipocresía social de criminalizar los grandes placeres y de glorificar esperpénticos ejercicios de esta terrible vanidad que es el culto al cuerpo??!! ¿De verdad?, ¿esto lo piensa en serio? Le añado un defecto a la esplendorosa obra: envidia.

 Me he tomado la libertad de ver algunas fotos de usted por internet, no me cabe duda que no le guste el culto al cuerpo… Y sinceramente, que lo odie-envidie tampoco. Yo también lo odiaría.

Respecto a estas pruebas de alta dureza que las tacha de vanidad, he de decirle que es la superación en su esplendor. El progreso y la capacidad de volar cada vez más alto es lo que hace al ser humano vivir, y no morir, como de manera bastante ignorante dice usted.

¿Sabe usted qué felicidad produce finalizar una prueba de alto nivel? (pregunta retórica para todos los públicos) Estás entrenando día y noche, luchas contra viento y marea, y de repente cruzas la meta que anhelabas, cruzas tu meta. Aprendes valores como la constancia, el valor y el esfuerzo que son imprescindibles para la vida.

Usted se debe pensar que con su copa de whiskie bourbon en mano, su puro habano y su culo semi-desprendiedose de vez en cuando del sofá para una importante flatulencia le aportará grandes valores (grandes placeres, cómo dice usted). Insisto, eso también lo he hecho, y con conocimiento de causa le aseguro que poco aporta.

“Las normas de lo políticamente correcto las dictan siempre capados e impotentes, seres sumidos en una profunda infelicidad que pretenden que todos estemos tan tristes como ellos para que así les resulte más llevadera su miseria, y ninguna comparación les hiera”

“Las normas de lo políticamente correcto”, las dictan los padres, grandes amistades, esposas…Ente otros. Pero al añadir la palabra generalizadora “siempre”, por favor, hable por usted.

 “Salvajadas”, supongo que desde su sofá se ve así, pero desde dentro no lo es. A veces, o mejor dicho, siempre, hay que profundizar un poco para ser mínimamente crítico con algo. Usted no ha hecho tal competición ni algo que se asemeje, permítame inventármelo, no creo que erre.

“Complicidad silenciosa”… Aquí he de volverle a decir que se equivoca completamente, nadie oculta este tipo de hazañas, nadie se avergüenza, todo lo contrario, lo gritan tan alto como pueden, siempre uno se siente orgulloso de finalizar este tipo de pruebas. Siempre.

“Sensatez”, por favor, usted no mencione esa palabra. Que ya se le ha ido la lengua en otras ocasiones.

“Es espantoso y deprimente vivir entre bárbaros tan dispuestos a acabar con todo: empezando por la misma vida, poniéndola tan grotescamente en riesgo”. Señor Sostres, se ha delatado, deja bien claro que no me he equivocado en una sólo parte de este artículo al utilizar la palabra “deprimente”.Si estás vivo, es porque alguien decidió acabar.

Debería usted pedir perdón por sus desafortunados e inoportunos competarios. A los familiares de la corredora y ha todo el que practique este tipo de deportes, o simplemente, algún deporte.

Salud y Quilómetros Sr. Sostres.




jueves, 13 de septiembre de 2012

Paralímpicos, plantar cara a la vida.

Le lanzo agua para molestarle, como buen hermano se queja y me devuelve la salpicadura. Es un juego que siempre nos divierte, resulta muy gracioso ver al chaval frotándose los ojos con rabia, y viceversa, por tanto acaba siendo entretenido. Entre persecuciones y ahogadillas veo una aleta tras mi hermano, al principio no asimilo qué es exactamente pero cuando está a pocos metros me doy cuenta que mi hermano va a ser engullido por el enorme animal acuático. El instinto de hermano mayor me coloca entre mi hermano y el tiburón, aprieto fuerte los dientes y pienso “por encima de mí cadáver”…
Abro los ojos y veo un fuerte foco que me dificulta la visión. Giro la cabeza y está mi hermano entre lágrimas apoyado al lado de mi cama. Entre sollozos me explica algo que no entiendo muy bien, sus palabras entrecortadas dan a entender que hay algo que no va bien. 
Mis padres están sentados frente a mí cogidos de la mano. Se les ve tristes, pero a la vez me sonríen. Está claro que quieren decirme: “estamos orgullosos de ti, valiente”. Ahora sí que estoy completamente desconcertado. Es una situación muy curiosa, están contentos por una parte pero muy tristes por la otra.
Levanto la cabeza y me doy cuenta del panorama: no tengo pierna de rodilla para abajo. Vuelvo a apoyar la cabeza sobre la almohada y dos lágrimas saltan para resbalar por mis mejillas.
Esto no es un cuento de Superhéroes, es una realidad, que por muy real que sea no quiere decir que no haya héroes. Es la increíble historia de Achmat Hassiem, que venció a un tiburón para salvar a su hermano.
No sólo aguanta ataques de tiburones, si no los tremendos golpes que da la vida. La historia de nuestro protagonista no finaliza aquí, años después se proclama medallista de 100 metros mariposa de los juegos paraolímpicos.
Achamat se ha puesto delante de la vida y le ha plantado cara, igual que lo hizo contra el tiburón. “Ni tu ni nadie frenará mi ambición”.
Esta es una historia entre muchas otras. Me levanto del sofá para aplaudir a cada uno de estos “olímpicos”. A pesar de los malos tragos que han pasado, han sabido seguir la trayectoria de su vida con todo. Dejan de lado sus deficiencias físicas y vuelan tan alto como pueden. Increíble.
Otra increíble historia es la de Alex Zanardi. No explicaré que es lo que pasó, vale la pena verlo:
A pesar de perder LAS DOS PIERNAS, no se rindió un solo momento, se auto convenció de que es un campeón por encima de todo. El mejor que nadie, sabe que lo importante es el espíritu de uno mismo, eso no se lo podrá amputar nadie, lo deja claro ganando la medalla de oro de ciclismo paralímpico (Triciclo impulsado con los brazos).  Nadie es capaz de no aplaudir a este hombre:
Salud y Km

lunes, 3 de septiembre de 2012

Compitiendo contra la historia

A lo de siempre, a pocos metros de la salida calentando y comprobando el estado de mi rodilla. No me siento nada mal, puedo hacer un buen papel.

No es una carrera como las otras, es una carrera a la antigua usanza: Ambiente familiar, coche de cabeza y escoba seleccionados en el momento, ningún tipo de patrocinio, hinchables ni avituallamientos, recorrido explicado “in situ”,  salida anunciada mediante un grito, se aprovecha una señal de tráfico como punto de vuelta... Se va a correr un rato y punto, no tiene más. Estas son las divertidas.

Grito de salida, salgo a un ritmo insostenible, como siempre. He de saber controlar estos inicios tan acusados, siempre me acaba pasando factura. Increíble, un corredor no solo me pisa los talones sino que me adelanta, es Arnau Pericas, mi compañero de los triatlones. Me pongo detrás de él y mantengo su ritmo. Miro por un instante el reloj y aviso:

“Tío, vamos a 2:45 el km, hemos de reducir” (cada sílaba se corta por una calada de aire)

No hacía falta decirlo, las propias piernas ya lo hacen por si solas. Bajamos el ritmo en la subida a unos 3:10 (sigue siendo demasiado).




Por delante tenemos el coche de cabeza. Los coches de las carreras suelen tener un gran panel que indica el tiempo transcurrido de competición y hay dos conductores callados en el interior. Este coche es distinto, es un 4x4 descapotable lleno de gente animando. Entre los gritos de ánimos siempre van cayendo bromas, que resultan ser muy graciosas cuando estás en el coche riéndote del pardillo que corre.

“¡Ven a darle un calo!”

“¡Dice Eustaquia (por poner un nombre) que si ganas, esta noche es tuya!”…

A mitad subida bajamos el ritmo bastante, Arnau un poco más que yo, por tanto, me distancio del segundo.  

Se le suman un segundo y un tercer coche a los gritos del primero, pero estos se posicionan detrás de mí. Nunca había corrido con tantos amigos animándome, muy divertido y motivador.

Mitad carrera, ahora es todo bajada. Saco una considerable ventaja al segundo y me veo muy bien de pulmones, parece que la carrera es mía. Me olvido de mis competidores, vamos a intentar ganar a la historia. Me refiero al record batido en 1985 por Xavi Gallego “19:35”. Hago cálculos rápidos de cabeza y lo veo muy difícil, por no decir imposible, pero por intentarlo que no falte.

Como es lógico, me voy cruzando con el resto de competidores de la carrera, en general nos animábamos mutuamente. También me cruzo con Inés Serra, que está luchando por mantener la penúltima posición contra su madre. Gran espíritu deportivo apuntarse a este tipo de carreras en plenas vacaciones. Avanzo los acontecimientos un poco: acabaron las dos, por tanto, como ya he dicho varias veces, lo importante no es participar, sino acabar.

Subo y subo el ritmo bastante, pero por mucha caña que le dé a mis piernas está difícil bajar del anciano record. Llego a meta en primera posición con un tiempo de 20 minutos justos.

Arnau Pericas llega segundo con un tiempo de 21:43 segundos. Gran carrera por su parte a pesar de un inicio que va en contra de la dosificación.

Falta entreno para bajar 25 segundos, pero lo veo más que posible, espero escribir el año que viene una entrada que se titule: “venciendo a la historia”.

Salud y Km.

lunes, 27 de agosto de 2012

Milla St Antoni

A pocos minutos y metros de la salida estoy calentando y comprobando el estado de mi rodilla. Me asusta un poco, mi rodilla lleva unos días quejándose bastante y aunque la rodillera me pueda echar un cable voy a correr una milla, demasiada explosividad.
Estoy bastante nervioso, porque sé que tengo posibilidades de hacer buen papel, ya quedé primero de mi categoría varios años atrás, pero esta vez, parece que el resto de competidores están fuertemente entrenados.
A mi izquierda Adel Mechell, gran promesa española en los 1500 metros. Y a mi derecha Ángel Mullera, Olímpico español de 3000 obstáculos. Me encanta correr con tan grandes corredores, aunque por otro lado, se que las dos primeras posiciones están cogidas.
Suena el disparo, no me he planteado ninguna estrategia. No compito nunca en cortas distancias y no tengo ni idea que ritmo he de llevar. Ante la duda la más te… Salgo disparado y me coloco en primera posición. Mi padre me avisa “Jorge, más tranquilo”
Corro la primera vuelta a un ritmo bestial, tal cual la acabo, me doy cuenta de que tardaré poco en desfondarme, faltan dos vueltas y estoy bastante destrozado. Miro hacia atrás y veo que saco cierta distancia al resto de competidores. La gente sorprendida me anima fuerte cuando paso por su lado, aunque se nota que nadie confía en mí, si soy sincero, yo tampoco confiaba mucho en mí. Debo ser el típico chaval iluminado que sale a toda pastilla y cae derrotado a mitad carrera.
Escalofrío por el cuerpo. Hace pocos días estaba viendo en el sofá de mi casa con una coronita a Mullera en los juegos olímpicos. Ahora estoy corriendo por delante suyo, aunque sé que durará poco.
Efectivamente, antes de concluir la segunda vuelta me atrapan las dos máquinas, les intento seguir, pero por suerte reacciono y sigo con mi ritmo. Está claro que no puedo con ellos, me centro en mantener mi posición.
Tercera y última vuelta… Estoy hecho trizas, de arriba abajo y de izquierda a derecha: Las pulsaciones; totalmente descontroladas, la rodilla; “en cuenca”,  La musculatura; agarrotada y al borde de la lesión. Veo muy difícil mantenerme en esa posición, el cuarto corredor me está ganando distancia por segundos.
Mi estado es catatónico, a cien metros de meta estoy por dejarlo correr (nunca mejor dicho). Ya no me funciona nada. No lo exagero, cada metro importaba una barbaridad, estaba llegando a mi límite, es más, creo que lo crucé, pasé por encima de mis capacidades físicas.
A 50 metros de la meta, escucho que me pisan los talones, me va a pasar, no puedo esprintar. Entre todos los gritos de ánimo que escucho, resalta uno que me dio esa pizca de nitro:
-          ¡VALIENTE!
Esa palabra me emociona. Me lo creo, soy un valiente, he salido desde el primer minuto a sufrir, he salido a ganar, he salido a por todas. Nadie contaba con mi presencia, nadie creía en mí,  la primera vuelta veía la típica sonrisa de la gente que es como si te dijeran: “va flipado, que vas a caer”. Ahora nadie se ríe.
-          ¡Primera posición el olímpico Ángel Mullera!
-          ¡Segunda posición a décimas de ángel el corredor profesional de 1500  Adel Mechall!
-          ¡Tercera posición, la sorpresa, Jorge Tarragó!
Cruzo la meta, camino 5 metros y caigo redondo al suelo. La gente me habla, me da la mano como puede, me da palmaditas, me ofrecen agua... Lo siento, hice caso omiso a todo, no podía ni decir “gracias”. A los diez minutos abrí los ojos y mis amigos me ayudaron a incorporarme.
“Va campeón, te has ganado un pódium con Mullera y Mechall”
Posteriormente colgaré unos videos:
-          La salida
-          Llegada de la segunda vuelta
-          Llegada a meta
-          Hecho polvo en el suelo
Salud y kilómetros


 

jueves, 9 de agosto de 2012

Tensión Olímpica

Miércoles 8 de Agosto 2012. ¿Se puede sufrir más tensión en un día?
Todo empieza por la mañana, consigo una pequeña escapada del trabajo y me voy al bar de al lado a ver como David Cal lucha por medalla en los 1000 metros de canoa. En principio no tiene porque ponerme en mucha tensión, no es un deporte al que obedezco mucho, pero puede ser interesante.
Los primeros 500 metros ya me dejaron claro de que el famoso Cal, con cuatro medallas olímpicas, no iba a pasar de la quinta posición. Para esto me quedaba delante de la pantalla.
La reacción fue completamente distinta a partir de los 750. David saca aquella energía que tiene todo español y empieza a remar con mucha más fuerza que sus competidores. Poco a poco se aprecia como su canoa va ganando terreno respecto a los otros de una manera vertiginosa.
Sorprendentemente consigue la plata en los últimos metros de carrera. El corazón ha sufrido lo suyo.
Tae-Kwon-Do, otro deporte, que aunque lo haya practicado bastantes años de mi vida, no tiene por que atacarme al corazón. Pero… ganar un combate en el último segundo…
No se queda sólo allí, aún se sufren a lo largo del día las semifinales y finales, masculinas y femeninas. Daré hincapié en las semifinales femeninas.
España perdía 9 a 4 contra Tailandia a falta de un minuto del tercer round (último round). Remontar 5 puntos, es casi imposible… Casi.
La única manera de sacar cuatro puntos en un golpe es una técnica que se le llama el “mondolio nako chagui”, es una patada que viene con la inercia de una rotación del cuerpo de 360 grados y va directa con el talón a la cabeza. Son tres puntos por ir a “olgul” (arriba) más uno por ejecutar tan complicada patada.
A un minuto de fin de combate, el otro competidor suele evitar a toda costa este tipo de golpes, pero un despiste de la Tailandesa permite a Brigitte Yagüe (española) engancharle un perfecto “mondolio nako chagui” que manda a la competidora al tatami.
El chollo no acaba aquí. Otra de las reglas del Tae-Kwon-Do, es que se puede amonestar al contrario si cae varias veces al suelo, una amonestación supone un “Kiongo-go”. A las dos amonestaciones se le suma un punto al oponente, se le llama “Gam Yom”.
En este caso, la Tailandesa tenía un Kiongo-go y había caído varias veces al suelo, por tanto, al caer de nuevo, se le sumó otro punto a la española. Quedando el resultado en 9-9.
Brigitte consiguió otro punto con un “dolio chagui” que le dio el pase a la final. Increíble, la piel de gallina.
Waterpolo, Balonmano y Baloncesto contribuyeron a que sea un día de pura tensión deportiva. Desgraciadamente sólo conseguimos el pase en Baloncesto.
Seguimos acumulando medallas. Hoy promete el Waterpolo femenino, peso medio de Tae-Kwon-Do y no perderse la final de 200 metros.
Colgaré el video de Tae-Kwon-Do más para adelante.
Salud y Km

martes, 7 de agosto de 2012

Una vida en diez segundos

La mirada clavada en el suelo, ni siquiera el reflejo del párpado es capaz de borrarme por un instante la gruesa línea marrón, la amplitud de mi vista me permite ver, aunque de manera borrosa, las líneas blancas que delimitan mi carril.
Las yemas de los dedos y mi rodilla están empujando al suelo para mantener el equilibrio de mi cuerpo, los pies contribuyen presionando las placas traseras que me servirán de impulso. Aunque estén en tensión no se quejan, saben que el resto de los músculos de mi cuerpo están en la misma situación.
A pesar de las 80.000 gargantas en funcionamiento, unas castigando a las cuerdas vocales y otras en descanso, yo estoy en mi silencio. Estar en mi silencio no significa escuchar el silencio, la propia respiración es imposible de acallarla. La escucho, inhalo con mucha potencia en un espacio temporal muy breve y exhalo con calma. En cada proceso completo de respiración noto como una bestia quiere escaparse de mi cuerpo.
La bestia, que deciros de ella… Todo el mundo la ha tenido dentro alguna vez. Te atormenta cada segundo del día, está siempre allí. Y lo peor de todo es que le tienes mucho miedo, pero por mucho temor que le tenga, la única manera de desprenderme de ella es acabar lo que ya he empezado.
Empezar es fácil. Desgraciadamente, demasiado fácil. Pero acabar… sólo acaban los fuertes, aquellos que han plantado cara a la bestia. Por eso estoy aquí, a cien metros de la meta y a cero de la salida.
Silbido. La rodilla se despega del suelo y deja que el peso del cuerpo se lo repartan los dedos. Los sentidos se agudizan y la bestia presiona mi garganta con mucha rabia. Los ojos parpadean, vuelvo a mirar al suelo y cuento mi último segundo…
El segundo más largo de mi vida. Después de una vida entera de lucha estoy a poco de recibir mi recompensa… PUM¡
Impulso el pie con toda mi fuerza, y me pongo a correr con todos los músculos de mi cuerpo, hasta la mandíbula aporta su granito de arena. Todo mi cuerpo aliado para sacar la bestia de mi corazón.
Cruzo la meta el primero. Vuelvo a escuchar todo lo que suena a mí alrededor, 80.000 gargantas, pero esta vez no descansa ni una. La bestia ha salido disparada de mi boca.
Soy el campeón del mundo, ahora sólo queda una cosa… Batirme a mí mismo.
Usain Bolt
Salud y Kilómetros

lunes, 2 de julio de 2012

Vamos España

Levantarse con tanta fuerza que hasta saltas de la silla, sin pensar quien hay a tu derecha te abalanzas sobre él como si quisieras derribarlo al suelo, y él sobre ti. El impacto ha dolido, pero no lo sientes, no lo piensas, incluso es un dolor agradable.
La cerveza que se sujetaba con la mano derecha no sabes donde está, ni el recipiente ni el líquido. La localización de la mayoría de los objetos de la habitación ha sido alterada gravemente, incluso alguno ha desaparecido. Me da igual, como si se cae el techo, quiero quedarme más tiempo saltando sin control, saltando sin saber donde pisas.
Entre los gritos y los fuertes golpes se escucha de fondo el sonido de la televisión:
“Llegó desde atrás el Canario, puso la cabeza, lo celebra mirando a la cámara y España se pone patas arriba, Españaaa 1, Italiaaa 0”
El ambiente cambia completamente: Las cervezas fluyen con más velocidad, todo el mundo ofrece trozos de su pizza, se hacen bromas de mal gusto y te pegas un hartón de reír… Se respira buen rollo. Somos todos de España.
28 minutos después se repite exactamente la misma acción, pero esta vez menos destructiva, ya controlas la cerveza en la mano (incluso con el dedo taponando la salida), las patatas y otros pica-pica están situados fuera de los bordes de la mesa… Pero el grito es exactamente el mismo.
Un grito que sale del corazón hasta la garganta, esta no aguanta del todo bien la potencia y tira de falsete.
Se repite todo esto dos veces más a lo largo del partido. Algo inimaginable, único e histórico.
Cuando acaba… ¿Qué pasa? Ya has visto la goleada, has visto a Casillas levantar la copa, a Sergio Ramos abrazarse con piqué y con Busquets, a Valdes y a Reina cabeza con cabeza. A Ballotelli enfadado con ganas de saltar contra el público Español… Incluso has esperado a ver la entrevista de Sara Carbonero con Iker Casillas.
¿Todo se acaba? , niego a creérmelo, a mí me ha emocionado ver un país por fin unido gracias al fútbol, me ha emocionado ver que a pesar de lo mal que lo pasa mucha gente aún sigue teniendo motivos para gritar de alegría, siguen habiendo motivos para brindar con un buen champagne.
Me ha emocionado ver banderas catalanas y españolas juntas, y por fin se ha visto a España unida. Y aunque me reía hace poco de las palabras de Roncero por ser demasiado exageradas, es verdad, esa es la actitud para levantar un país.
 Y aunque todo esto se quede ahí, haya pasado y algunos lo puedan llegar a olvidar, yo sé que en algún momento volveré a ver el gol de Torres contra Alemania, el de Iniesta contra Holanda y la goleada a los azules más de un millón de veces… Y seguiré apretando el puño, seguiré emocionándome.
Y cuando un alemán, francés, afgano o de cualquier parte del mundo me pregunte de dónde soy, le diré con orgullo que soy español.
-          Pues tu prima de riesgo  es una mierda (¡¡ Pero somos imparables !!)
Allí me callaré.
Vamos España.




jueves, 28 de junio de 2012

Descubrir al triatleta

¿Cómo saber si una persona que acabas de conocer es triatleta? Por la conversación que tiene, la  mirada, los gestos, las acciones… Pongo unos cuantos trucos para descubrirlos:
En temas de expresiones:
-          Cuando hay que seguir a unas chicas: “a rueda con ellas”.
-          Para ir a la entrada de algún sitio: “Vamos a las olas”
-          Para ir a tomar algo a un bar: “Vamos al avituallamiento”
-          Cuando se va a trabajar/luchar fuerte: “Voy a ir a piñón fijo”
-          Cuando algo no funciona bien: “Están subiendo rampas”
-          Cuando hay tráfico o muchedumbre: “Hemos llegado a la boya”
-          Cuando algo se pone complicado: “Se me está haciendo duro este puerto”
-          Cuando falta poco para finalizar algo: “Sprint final”
-          Cuando algo se va al garete: “Pinchazo”
-          Situación difícil pero posible de arreglar: “Vamos a cambiar la cámara lo más rápido posible”
-          Cuando alguien se hace cargo de algo: “Tú lideras el pelotón”
-          Cuando te enamoras: “ He subido de pulsaciones”
-          Cuando cambias algo: “He llegado a la transición”
-          Cuando las cosas van bien: “Estoy en forma”
-          Al típico aprovechado: “Está todo el día chupando ruedas”
Curiosidades
-          Si lo ofreces un vaso de agua e instintivamente se lo tira por la cabeza.
-          Cuando mezclan el wiskie/Vodka… con agua isotónica
-          Días de resaca no tienen una botella de agua en la cómoda de su cama, sino la Kamel Back.
-          Si suena el teléfono se cronometran haber cuanto tardan en cogerlo
-          Se miden las pulsaciones en sus actos sexuales
-          Al conducir se suelen arrimar mucho al conductor de delante para aprovechar el rebufo.
-          Al adelantar no utilizan intermitentes, sacan la cabeza por la venta y gritan “¡Cuidado derecha!”
-          De repente te los encuentras con una scoopy por una trialera
-          La cerradura de su casa se abre con una llave allen específica
Manera de vestir:
-          Suelen llevar una visera
-          Gafas de sol donde el cristal parece un arcoíris
-          Chancletas en verano, bambas en invierno
-          Camisetas de propaganda y con reflectantes
-          Pantalones tejanos en invierno, cortos de deporte en verano (casi nunca chándal largo).
-          Relojes que miden medio palmo
-          chaquetas impermeables, transpirables y con fluorescentes.

lunes, 25 de junio de 2012

Triatlón Cadaqués

Disparo inicial, salen las mujeres, al minuto nos toca a nosotros. Una distribución un poco curiosa, suele ser al revés.  Antes de llegar a la mitad de la carrera, pasamos por encima del grupo femenino (Exceptuando siempre la típica crack).
El agua no me pone muchos problemas, pero al ser 750 metros, los hago de manera explosiva y no los disfruto demasiado. Salgo entre las treinta primeras posiciones.
La transición bastante rápida, no pierdo nada de tiempo. Sobre las ruedas empiezo a adelantar a ciclistas en la primera cuesta. Estoy haciendo un buen papel con mi máquina. Algunos trozos de subida me veo obligado a bajarme de la bici al ser un recorrido demasiado técnico (Empezaré a entrenar mucho en estos recorridos).
El fuerte calor y la falta de agua (pésima dosificación, me pasa algo parecido a la película “127 horas”) me deshidratan completamente, aunque de piernas y pulsaciones voy controlado bajo mucho el ritmo. Por suerte, en un punto de control me ofrecen agua (cuando no se podía) y me hidrato algo. En ese momento me pasa EC, increíble, estamos hablando de las 17 primeras posiciones.
Nunca me ha salido bien la bici de montaña, siempre me pasa algo. A pesar del buen estado mecánico de mi bici, los neumáticos especiales y la rueda fina, el monte vuelve a fastidiarme, no entiendo porque me odia tanto, será porque de pequeño me divertía rompiendo árboles y arbustos con algún objeto contundente.
Bajo la parte  más técnico de la carrera bastante bien, pero… da casi hasta vergüenza decirlo… Me pierdo, y no me pierdo por un camino ajeno a la carrera, sino por el mismo camino. ¿¿Cómo?? Sí sí, así de absurdo,  a un quilómetro de meta me desvío y vuelvo a iniciar el recorrido de montaña.
En mi defensa he de decir que seguía a un ciclista. A los 5 quilómetros se para delante de mí el otro despistado y me dice: “¿No hemos pasado ya por aquí?”. Miro a mi alrededor, bajo la cabeza y me planteo coger la bici y mandarla a tomar por c…o (perdón).  Al cabo de nada llegan unos 5 ciclistas más que se habían perdido, damos media vuelta y vamos a retomar el camino correcto.
Mientras volvía, se me separa la rueda de la bici (tiene tela que me pase eso), se me atasca el cambio de marchas con unas ramas…  Llego a la segunda transición con ganas de petar todas las bicis (típico impulso), es broma, nunca haría algo así, pero tenía ganas.
Hago los cinco quilómetros a pie a un buen ritmo pero muy desanimado, sin muchas ganas de hacerlo bien.  Llego entre los 90 primeros (y entre los 60 últimos).
Felicitar a Eugenio Canals y Fernando Conde que quedan entre en grandes posiciones (15 y 23 respectivamente). Cómo miman a sus bicis.
Dani Juncadella, un pez bajo el agua y una bestia sobre las ruedas… Va en 5ª posición, pero peta la rueda dos veces, es de los míos.
No olvidarme de Nacho Bañares que logra hacer la parte de ciclismo con una especie de metal pesado. Grande.
Por último felicitar a la organización “Moove Sport”, que siendo su primer triatlón consigue mezclar  deporte y ambiente a la perfección.
Salud y Kilómetros.