miércoles, 24 de abril de 2013

¿Ñu o humano?


Hoy empezaré hablando del ñu. El ñu es la mayor población animal en el mundo. Es poco conocido, sus cualidades dan poco de sí para cuentos e historias, sin embargo, son los que mataron a Mufasa en el rey león (la estampida). El ñu es el animal más estúpido y feo del reino animal, es devorado por todos los carnívoros de la selva. ¿Cómo se defiende? No lo hace, sus cuernos apuntan a su propio cráneo. Lo más divertido del ñu es que su peor amenaza son ellos mismos. Cuando van al lago, a saciarse de agua, unos pisan a los otros haciendo que la mitad de la manada muera ahogada. Los cadáveres crean un puente que es aprovechado por las cebras para cruzar el río. Son tan feos que cuando se reflejan con el agua del lago se asustan, no  es broma, pegan un brinco. Cuando uno corre, todos le siguen sin tener ni pu.. idea de adonde se dirigen.

El ñu es el único animal que no sabe ni el mismo que pinta en este mundo. Perdón, corrijo, el ñu y algunos seres humanos.
 
 

¿Qué pasaría si no existieran las metas? ¿Los objetivos? ¿Los retos?, nadie lucharía por nada, simplemente seríamos ñus. (Hasta el nombre es feo)

La ambición es aquello que nos hace ser humanos, es lo que nos permite decidir entre ser felices o ser como la fauna animal. Cuando sufrimos día a día para alcanzar una meta es cuando empezamos a sentirnos orgullosos de nosotros mismos, y eso queridos lectores, eso es el sentido de la felicidad.

Parece obvio, sí. Sin embargo, a la hora de la práctica muchos son los que no saben por qué luchan. Luchan por algo, pero no pretenden llegar a nada, ¿Qué sentido tiene eso?

Cuando uno se propone algo y lo intenta con persistencia y constancia, automáticamente desaparecen muchas malas hierbas de su vida: Algunos “amigos”, vicios, costumbres, maneras… Se desvanecen. En su lugar aparecen nuevas hierbas, verdes como la esperanza.

Una persona verdaderamente ambiciosa es aquella que siempre ve su límite a la misma distancia a la vez que escala posiciones. El primer objetivo que uno se pone es un simple faro en medio del océano, cuando se llega a este aparece una nueva luz a lo lejos. Esto es lo que da sentido a esta vida, la posibilidad de llegar tan alto como se quiera.

Algunos lectores y amigos me han pedido consejos para terminar alguna competición. Todos lo que lo acabaron me hablan de otros retos que están muy por encimas del primero.

Quiero explicar un caso en concreto. He visto un grandísimo amigo salir de la propia mierda solo por el hecho de entrenar para un triatlón. Parece mentira, pero todo lo malo desapareció de su vida: droga, alcohol, tabaco, rechazos de estudio, amigos dudosos… Lo único que necesitaba era tener una meta por encima de él. Necesitaba despertar su ambición, ahora, no hay quien le pare.

No quiero decir que entrenar para un triatlón es la solución para la vida misma. Pintores, músicos, empresarios, abogados, médicos, ingenieros, obreros, fontaneros, deportistas… cada uno con sus objetivos.

Preguntaros al final de cada día: ¿He aprovechado el tiempo? ¿Me estoy acercando a mi meta? Las respuestas a estas dos preguntas son decisorias. Con que te quedas, ¿con lo de ser humano o un ñu?
 
 

Salud y km

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