“Ya sé que esto que os voy a decir es muy poco científico,
pero yo creo que a Iñaqui le mantuvo vivo la solidaridad y las ganas de que
viviera que había entre el equipo de personas que formaban el grupo de rescate.
Si no es incomprensible que Iñaqui aguantara en tales circunstancias tanto
tiempo” Koldo Marínez, Médico grupo de
rescate Pamplona.
Iñaqui Ochoa de Olza, alpinista profesional, es el
protagonista de una increíble historia que desafía los límites de lo que es
físicamente posible.
Iñaqui Ochoa de Olza
Las montañas eran su vida, sobretodo el Himalaya. Compañeros
suyos explican que Iñaqui era el alpinista que sabía disfrutar más de las
montañas.
El alpinista había puesto su vida en un absoluto riesgo en
varias ocasiones al tratar de rescatar a otros montañistas. Su obsesión con las
montañas le había permitido salvar varias vidas.
Es importante saber de qué y quién estamos hablando.
Este montañista vivió toda clase de experiencias en el Himalaya: Vio morir
amigos, sufrió tremendas caídas, congelaciones y angustias de estar al borde de
la muerte, salvo vidas y se jugó la suya. No ponía su vida en riesgo por su madre o sus hermanos, sino por gente
completamente desconocida. Ese favor le sería devuelto algún día.
Iñaqui Ochoa se quedó atrapado con un edema pulmonar y otro
cerebral en una de las partes más peligrosas que pueda haber en todo el mundo.
Horia Colibasanu, Himalayista compañero de Iñaqui, estaba con él en ese
momento, aún teniendo capacidad de bajar se quedó con Iñaqui sabiendo que su
vida entraba en una cuenta atrás.
Iñaqui y Horia
“Si estás a 8.000 metros ya puede venir la sexta flota
americana que de allí no te saca nadie” Dijo
en una entrevista Iñaqui de Ochoa.
La muerte le puso la espada en su cuello. La vida a 8000
metros de altura es muy corta. Casi ningún helicóptero de mundo puede llegar a
este tipo de altitudes. Nada ni nadie podría sacar a Iñaqui de esa situación…
Excepto un equipo de los 15 mejores alpinistas del mundo.
Sorprendentemente cada uno de ellos salto de la cama sin
pensárselo ni un solo segundo a por el rescate de Iñaqui. Eran conscientes de
que podría suponer la última experiencia de sus vidas, pero eso no le importaba
a nadie. Lo único que importaba era sacar al “hombre de las montañas” de allí.
Dennis Urubko, militar sueco profesional del Himalayia, y su equipo
no pueden acceder al campamento base por la imposibilidad de volar con ese
tiempo. La situación de Iñaqui es altamente crítica, por tanto, Uelisteck, el
mejor Himalayista del mundo, subió sin equipo de alta montaña a rescatar a su
amigo desde el campamento base.
Uelisteck (Mejor alpinista en ascensión rápida)
Dennis Urubko
Cuando Uelisteck llegó
arriba se encontró con un problema: Horia tampoco podía bajar sólo, tanto
tiempo al lado de Iñaqui a esa altura le dejó en una muy mala condición física.
En el campamento toman una decisión: Bajar a Horia, salvar a quien se podía
salvar.
Horia, se niega completamente. No iba a dejar a su amigo allí,
si moría, moría a su lado. Uelisteck accede a quedarse con Iñaqui permitiendo
así a Horia bajar y salvar su vida.
Mientras tanto, Don Bowie y Dennis ascendieron 3000 metros
en 24 horas con las bombonas de oxígeno a cuestas, estaban solo a 4 horas de
salvar la vida de Iñaqui. Pero el estado de Iñaqui ya era insostenible.
“Yo he perdido un hermano, pero he ganado 14 ejemplos. Son
como hermanos” Sostiene Daniel Ocoha de Olza tras el fallecimiento de su
hermano Iñaqui.
El 23 de Mayo de 2008 Iñaqui Ochoa de Olza falleció tras 5
días de agonía en la arista este del Anapurna.
Este es un ejemplo para los alpinistas, para los deportistas…
Para todo el mundo. Este montañista nunca se negó a su sueño, asumiendo los
tremendos riesgos de la montaña decidió morir de pie antes que vivir de
rodillas.
La fuerza de amistad que transmite esta historia es
sorprendente… No solo ponen su vida en un alto peligro al intentar salvar a su
compañero, sino que algunos piden morir a su lado antes que dejarlo solo. Esto,
esto sí que es heroísmo.
“El mayor riesgo es
tirar por donde tú no quieres tirar, y no ser feliz” Iñaqui de Ochoa.
Cara este del Anapurna. Donde descansa Iñaqui en paz
Salud y km.
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