lunes, 22 de abril de 2013

Héroes de la montaña


“Ya sé que esto que os voy a decir es muy poco científico, pero yo creo que a Iñaqui le mantuvo vivo la solidaridad y las ganas de que viviera que había entre el equipo de personas que formaban el grupo de rescate. Si no es incomprensible que Iñaqui aguantara en tales circunstancias tanto tiempo”  Koldo Marínez, Médico grupo de rescate Pamplona.

Iñaqui Ochoa de Olza, alpinista profesional, es el protagonista de una increíble historia que desafía los límites de lo que es físicamente posible.
 
                                                            Iñaqui Ochoa de Olza

Las montañas eran su vida, sobretodo el Himalaya. Compañeros suyos explican que Iñaqui era el alpinista que sabía disfrutar más de las montañas.

El alpinista había puesto su vida en un absoluto riesgo en varias ocasiones al tratar de rescatar a otros montañistas. Su obsesión con las montañas le había permitido salvar varias vidas.

Es importante saber de qué y quién estamos hablando. Este montañista vivió toda clase de experiencias en el Himalaya: Vio morir amigos, sufrió tremendas caídas, congelaciones y angustias de estar al borde de la muerte, salvo vidas y se jugó la suya. No ponía su vida en riesgo  por su madre o sus hermanos, sino por gente completamente desconocida. Ese favor le sería devuelto algún día.

Iñaqui Ochoa se quedó atrapado con un edema pulmonar y otro cerebral en una de las partes más peligrosas que pueda haber en todo el mundo. Horia Colibasanu, Himalayista compañero de Iñaqui, estaba con él en ese momento, aún teniendo capacidad de bajar se quedó con Iñaqui sabiendo que su vida entraba en una cuenta atrás.
                                                                      Iñaqui y Horia

“Si estás a 8.000 metros ya puede venir la sexta flota americana que de allí no te saca nadie”  Dijo en una entrevista Iñaqui de Ochoa.

La muerte le puso la espada en su cuello. La vida a 8000 metros de altura es muy corta. Casi ningún helicóptero de mundo puede llegar a este tipo de altitudes. Nada ni nadie podría sacar a Iñaqui de esa situación… Excepto un equipo de los 15 mejores alpinistas del mundo.

Sorprendentemente cada uno de ellos salto de la cama sin pensárselo ni un solo segundo a por el rescate de Iñaqui. Eran conscientes de que podría suponer la última experiencia de sus vidas, pero eso no le importaba a nadie. Lo único que importaba era sacar al “hombre de las montañas” de allí.

Dennis Urubko, militar sueco profesional del Himalayia, y su equipo no pueden acceder al campamento base por la imposibilidad de volar con ese tiempo. La situación de Iñaqui es altamente crítica, por tanto, Uelisteck, el mejor Himalayista del mundo, subió sin equipo de alta montaña a rescatar a su amigo desde el campamento base.
 
Uelisteck (Mejor alpinista en ascensión rápida)
 

                                                                   Dennis Urubko

Cuando Uelisteck  llegó arriba se encontró con un problema: Horia tampoco podía bajar sólo, tanto tiempo al lado de Iñaqui a esa altura le dejó en una muy mala condición física. En el campamento toman una decisión: Bajar a Horia, salvar a quien se podía salvar.

Horia, se niega completamente. No iba a dejar a su amigo allí, si moría, moría a su lado. Uelisteck accede a quedarse con Iñaqui permitiendo así a Horia bajar y salvar su vida.

Mientras tanto, Don Bowie y Dennis ascendieron 3000 metros en 24 horas con las bombonas de oxígeno a cuestas, estaban solo a 4 horas de salvar la vida de Iñaqui. Pero el estado de Iñaqui ya era insostenible.

“Yo he perdido un hermano, pero he ganado 14 ejemplos. Son como hermanos” Sostiene Daniel Ocoha de Olza tras el fallecimiento de su hermano Iñaqui.

El 23 de Mayo de 2008 Iñaqui Ochoa de Olza falleció tras 5 días de agonía en la arista este del Anapurna.

Este es un ejemplo para los alpinistas, para los deportistas… Para todo el mundo. Este montañista nunca se negó a su sueño, asumiendo los tremendos riesgos de la montaña decidió morir de pie antes que vivir de rodillas.

La fuerza de amistad que transmite esta historia es sorprendente… No solo ponen su vida en un alto peligro al intentar salvar a su compañero, sino que algunos piden morir a su lado antes que dejarlo solo. Esto, esto sí que es heroísmo.

 “El mayor riesgo es tirar por donde tú no quieres tirar, y no ser feliz”  Iñaqui de Ochoa.
                                      Cara este del Anapurna. Donde descansa Iñaqui en paz
 

Salud y km.

 

 

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