jueves, 12 de abril de 2012

Camino de santiago: Etapa 0

El camino de Santiago básicamente es una ruta que cruza todo el norte de España. Se puede empezar desde Francia o desde cualquier punto intermedio que haya hasta Santiago de Compostela. Normalmente Se hace a pie, sobre las dos ruedas o hasta incluso cabalgando (por poder se me ocurren muchas más, pero yo no he visto nada más). 
Visto así, es un gran viaje: se visitan lugares increíbles, ampliamos nuestra cultura gastronómica, ampliamos el círculo de amistades, experimentamos nuevas sensaciones y encima se hace deporte. Parece ser un viaje de lo más completo. Nadie diría que es una pérdida de tiempo hacerlo, puede parecer más o menos atractivo, pero no son unas malas vacaciones.
No es fácil escribir sobre esto, tiene sus dificultades hacer un enfoque entretenido de este viaje. Si explico el recorrido nadie duraría más de 1 minuto leyendo: “Empieza una subida rocosa, luego hay una curva a la izquierda y luego a la derecha, sigue una recta interminable que al final de esta hay una casa blanca…” Nada, que es infumable. Si me centro en su dureza y sus sensaciones, es demasiado obvio: “las subidas cansan, el llano no tanto, y en bajadas descansas, cuando hay buenas vistas, mola, y cuando hay asfalto y llueve, raya” Absurdo hablar sobre esto…
Una imagen vale más que mil palabras, pero estar en el lugar donde se realizó la fotografía, vale más que mil imágenes. Me explico: podría plasmar sobre el papel detalle a detalle cada punto, podría describir lo mejor posible cada trozo del camino, cada sensación… Hasta incluso podría hacer un foto reportaje en 3D y una película en IMAX. Seguiríais sin entender bien que es el camino de Santiago (siempre que no se haya hecho, claro está).
Este viaje va más allá de todo esto, estar pedaleando y pensar que cada una de esas pedaleadas contribuye a cumplir un objetivo: llegar al destino final, a la ciudad donde se encuentra la tumba del apóstol. Por muy fuerte que le des al pedal, la distancia que recorres por la pedaleada es algo insignificante en comparación a la distancia que hay en el camino, sin embargo, el cúmulo de pedaleadas son la clave del éxito, moraleja fácil de entender, pero arde en la cabeza cuando estas allá.
A medida que vas recorriendo el norte, vas notando sus diferencias culturales, sus diferencias geográficas, ambientales, sociales, gastronómicas… Por ejemplo, es gracioso observar la convergencia que hay en los acentos de las personas hacia el acento gallego mientras avanzas hacia Santiago, entre muchas otras, que iré explicando en futuras entradas.
Cada pueblo tiene su encanto y su gracia. El hacer el camino a pie o en bici representa tener un sufrimiento que colorea los sentimientos. Al sufrir, se valora mucho más cada paisaje, cada pueblo, cada sabor, cada descanso… Se valora más todo, y se vive con más fuerza y con más alegría. Es inexplicable, por ejemplo, la sensación que uno tiene cuando llega a O cebreiro, después de haber hecho un puerto de currículum se goza de unas vistas ESPECTACULARES, saber que estás allí gracias al sufrimiento que se ha tenido, es lo que hace, que sea único e inexplicable.
Dejo video, mirar solo del minuto 1:36 hasta el 2:20 más o menos.
Nuestro viaje comenzó en Burgos hasta la capital Gallega en 6 etapas, colgaré una entrada diaria explicando las etapas por orden cronológico. El objetivo es que todo el que las lea ponga a punto su bici y se disponga a probarlo.
Sin duda alguna, es uno de los mejores viajes que he hecho en mi vida, y el resto de compañeros que se atrevieron a venir con migo, no se atreverán a negarlo.
Resumo brevemente lo que sería la Etapa 0, porque resulta ser bastante graciosa:
Llegamos a la estación de sanz con una sonrisa en la boca y mucha broma de por medio, en 5 minutos las caras se alargaron, y nadie tenía huevos a hacer media broma. Transcribo el diálogo que nos cerró la boca:
JT: “Buenos días el amo, aquí tiene los billetes” (Risas por lo de “el amo”)
Trabajador del Ave: “¿Dónde vais con las bicis?”
JT:”Al Camino del Santimago a palparla un poco” (Risas)
Trabajador del Ave: “Las bicis no se pueden subir al tren DE NINGUNA MANERA en horarios diurnos” (Ceden las risas)
Después de estar preguntando a varios trabajadores llegamos a la conclusión de que lo mejor sería vender los billetes y empezar de 0.
Ante varias posibilidades escogimos una que no creo que nadie la diría, fuimos en taxi a un precio asequible. Yo personalmente desconocía la posibilidad de poder cruzar España en el coche rayado, y aún menos la posibilidad de meter a 5 personas, 4 bicis, 4 mochilas, 8 alforjas y 8 llantas en el vehículo. Cabía, a duras penas, con llantas sobre la cabeza y alforjas en los pies, pero se consiguió.


Una vez en burgos dejamos las cosas en el albergue, nos hicimos la credencial y fuimos ha dar una vuelta por Burgos. La catedral es increíble, pero el hambre que teníamos no nos dejó más que verla cinco minutos. Fuimos a un bar de tapas llamado “Gaona” situado en el casco antiguo de la ciudad, muy parecido al Borne.


Respecto al restaurante… Madre mía, era un manjar eso, voy a dejar lo que degustamos para que se os seque la boca un poco: Manitas de cordero, pincho de pulpo con pimientos, montadito de jamón seco con morcilla y cecina, pincho de hamburguesa acompañada de frito, pincho de champiñón con jamón ibérico…Y muchas otras delicias que con el sabor de la cerveza hicieron una cena de dioses. He parado para que no os comierais la pantalla del ordenador.



Antes de ir a dormir al albergue, nos tomamos un buen vino en una terracita del barrio.


El viaje para nuestro gusto empezaba viento en popa, estaba claro que iba a ser una escapada llena de anécdotas… No nos equivocamos en absoluto.

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