miércoles, 28 de marzo de 2012

Más allá de la competición

El atletismo, no sólo sirve para ganar campeonatos, algunos han conseguido mucho más:

Unos desafían a poderosos generales, como es el caso de Jesse Owens:

Nos remontamos a la Alemania Nazi. Concretamente al año 1936, en el que se celebraron los Juegos Olímpicos en Garmish-Partenkichen y Berlín.  Con el objetivo de aplicar la estética nazi, se encargó un elaborado programa propagandístico para mostrar la grandeza del poderío alemán. Desapareció la violencia contra la comunidad judía. El lobo quería disfrazarse de cordero… Se dice que Hitler también quería demostrar al mundo entero la veracidad de sus teorías sobre la superioridad racial aria.
 
Es cierto que Alemania consiguió recoger más medallas que el resto de los países, 33 en concreto. Pero Hitler no contó con Jesse Owens.

Jesse Owens fue un atleta afroamericano que logró cuatro medallas de oro (hasta 1984 nadie lograría tantas medallas): 100 metros lisos, 200 metros lisos, salto de longitud y relevos. 

A partir de aquí surgen diversas teorías. Yo me quedo con la de que Hitler fue humillado y rehusó dar la mano al atleta Afroamericano. Jesse Owens logró desmontar las teorías hitlerianas con sus méritos deportivos.

Dejo el vídeo real de el careto que se le quedó a Hitler:


Otros evitan la guerra, Filípides y la leyenda del Maratón:

Esta historia se la cree un griego como máximo. Lo que sí es cierto es que está basada en hechos reales.

En la batalla de la llanura de Maratón, el ejército de la ciudad de Atenas estaba peleando duramente. El enemigo juró que si vencían irían a Atenas a saquear las casas, violar a las mujeres y torturar a los niños.  Por tanto, las mujeres estaban a la espera de saber si Atenas había vencido la batalla o no. Si perdían, a la salida del sol las esposas quitarían la vida de sus hijos y las suyas propias. Desgraciadamente el general ateniense Milicíades el Joven no tenía la Black Berry a mano para mandar el mensaje a la ciudad, así que envió a Filípides, el mejor atleta.

La historia dice que después de un día entero de batalla, logró cruzar toda la llanura de Maratón a tiempo… 
Pero al llegar, cayó desplomado al suelo perdiendo su vida.

Hay otras anécdotas, pero que ya no se las cree ni el griego engañado.

                                           Cuadro que representa al corredor antes de morir

Siempre está el caso de la superviviente, increíble lo de Marcela Silvia Larrain:

Con 55 años, se dirigió en velero hacia la tierra del fuego para lanzar una placa al mar como homenaje a un teniente.
 Por el camino su ángel de la guarda se durmió y dejó hundir el velero a 20 km de San Clemente.

Entre que el frío le calaba los huesos, la desesperación le atormentaba la cabeza y los cangrejos le destrozaban la piel, lo tenía muy difícil. Pero probablemente se leyó el Blog de Calma, Cabeza y Coraje, y utilizó los tres secretos para poder sobrevivir nadando a mar abierto durante 12 horas. Larrain puede decir de primera mano que el mar es milagroso.

El teniente al que se le rendía  homenaje ya puede estar contento. En paz descansará.

                                                             Marcela Silvia Larrain

A Fredy Turbina le cambió su vida:

Atribuye la mejor experiencia de su vida al ciclismo, probablemente os imaginéis  que ha hecho alguna heroicidad sobre las dos ruedas, pero la realidad es otra…

“El éxito más grande de mi vida fue sacarle las ruedecitas a la bicicleta” Dice Fredy, estoy de acuerdo que es algo de lo que todos nos hemos sentido muy orgullosos, y si no os acordáis se lo preguntáis a mamá que estuvo escuchando un verano entero “¡MIRA MAMÁ, MIRA!”.

En mi caso, cuando me sacaron las ruedecitas de mi bicicleta con pegatinas de Donkey Kong, aprendí a comer baldosas. Eso que te dice tu padre: “tira, tira que si te vas a caer yo te sujeto”, y cuando empiezas a pedalear justo le llaman por el teléfono. PUM! Y tenía huevos a decirte: “¿No te he dicho que te esperes?”. Bueno, aprendí rápido.

Para Mirko Gueest el ciclismo es su vida:

 “La bicicleta pública era mi vida”. 367 horas sobre el bicing de Barcelona. Dejo el link para no extenderme. Es un gran friki.


Con esto dejo estas cinco anécdotas, algunas serias y otras no tanto.

Salud y Kilómetros.

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