Birmania&Commodus Vs Rambo&Máximo

¿Qué sensación se tiene cuando estás pedaleando por una fuerte subida? Cansancio, dolor, frío o calor (nunca temperatura ambiente)… No es nada apetecible.

¿Y si estas corriendo? Lo mismo. Una mierda.

Sin embargo, no paras. Y no será porque el cuerpo le pida a la cabeza que pare, no será porque la cabeza te pida que lo dejes.

“Bájate y ves a desayunar a casa”

“Descansa un rato, sólo un rato”

“Has hecho bastante por hoy, va déjalo”

Madre mía, que pesados son, no paran de taladrar. Pero curiosamente, no les hago ni caso, me da igual, quiero sufrir aún más. Y sigue… Con un tono más grosero…

“Pero vamos a ver, ¿tu eres tonto o qué? ¡¡Masoca!!”

“Pero tú a quién le has de demostrar nada”

“va, deja de fliparte, no eres nadie”

… En serio, se hace aún más insoportable. Cabeza y cuerpo se alían para tumbarte, y muchas veces acaban consiguiéndolo.

Pero como en toda pelea existen dos partes: En la realidad están los malos y los más malos, pero aquí pasa lo mismo que en las películas… Los buenos y los malos. Dentro del equipo de los malos están Commodus (La cabeza) y un guerrillero Birmano llamado Sai Wawng (El cuerpo). Cada uno escoge a su equipo de luchadores bondadosos, yo he escogido a Máximo Décimo Meridio  como el alma y a Rambo como mi corazón.

Máximo Décimo Meridio y Rambo sólo te dicen una cosa, pero gritan mucho, muchísimo:

“¡¡No sé porque, pero sigue!!”

“¿En serio les vas a hacer caso? No te van a dar dinero, ni premios, ni reconocimientos. Si le comentas a alguien el palizón que te has pegado puede que te digan: “Estás muy colgado tete” o “puto loco, que raro eres joder.”” – Dice el birmano

“No sé porque, pero sigue” – Reiteran Máximo y Rambo

“Cansinos que son, ¿Te vas a dejar engañar?, ¿No lo ves? No sirve para nada” – Grita Commodus…

Todo el rato es lo mismo. Hay gente que cae a la primera de cambio. Deben tener a Mafalda y Pipi calças largas como guerreras.

Yo personalmente aconsejo estos dos, no se rinden nunca, y aunque “quieran volver a su hogar” o “no sientan las piernas”… siguen, y no saben por qué.

Llegas a tu destino, arriba de la cima, el final de tu trayecto… El final de tu sufrimiento. Has bombardeado Birmania entera y has atravesado con la espada a Commodus. Entonces…

Entiendes porque tenías que seguir.